Clínica Médica | Tratamiento del dolor │ Lesiones deportivas

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San Nicolás de los Arroyos

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La articulación témporo-mandibular (ATM) es la que une el hueso maxilar inferior con el temporal. Siendo una articulación sumamente importante para todos los movimientos de la boca, la ATM está constituida por el cóndilo del maxilar inferior, la fosa condílea del temporal, un pequeño disco intraarticular, una cápsula articular y ligamentos. Los músculos de la región son el masetero, el temporal y los pterigoideos, entre otros.
 
La disfunción de esta articulación puede ser problemática y se puede manifestar con dolor (por ejemplo al comer una manzana), bruxismo (rechinado de los dientes), “clics” y zumbidos de oídos (acúfenos). En ocasiones la mandíbula puede quedar trabada y la persona no puede cerrar la boca. Esta situación es, para quien la padece, desesperante.
 
Gray en 1995 encontró que el 50 al 70% de la población padece algún grado de disfunción de la ATM que muchas veces es asintomática. El 20 al 25% puede manifestar algún síntoma y el 3 al 4% consultan en la búsqueda de algún tratamiento.
 
Son varios los factores que pueden predisponer a disfunciones de la ATM: el patrón postural de cabeza adelantada (síndrome cruzado superior de Janda) que, además de sobrecargar la zona cervical, es uno de los más importantes; el estrés, el comer alimentos duros (turrones, almendras, etc.), el hábito de masticar chicle y la costumbre de “comerse” las puntas de los bolígrafos. También, la disfunción de la ATM se tiene mayor prevalencia en las personas con síndrome de hipermovilidad articular.
 
El tratamiento de esta afección no es sencillo y la literatura coincide en que debe ser en equipo. En este sentido, Hackett (1) en forma brillante escribe: el problema del trabajo en equipo es que, si no está bien articulado, los integrantes del “equipo” se pasan el “problema” unos a otros y nadie resuelve nada. En términos coloquiales podríamos afirmar que: sino hay una adecuada coordinación nadie le “pone el cascabel al gato”. Hecho esta aclaración podemos decir que un buen tratamiento debe:

1. Evitar que el paciente tenga la boca abierta por largos períodos (ej, en procedimientos odontológicos).
2. Evitar las parafunciones orales (mascar chicle, roer los bolígrafos, etc.)
3. Evitar alimentos de consistencia dura. 
4. Evitar abrir la boca demasiado al bostezar.
5. Trabajar la ergonomía laboral evitando la postura de cabeza adelantada.
6. Trabajo kinésico: se prefiere el trabajo manual de un fisioterapeuta entrenado.
7. Medicina Regenerativa Intervencionista: las inyecciones de dextrosa hipertónica (Proloterapia), de PRP o de BMAC son una excelente herramienta de tratamiento.

Bibliografía

1. Hackett GS, Hemwall GA, Montgomery GA. Ligament and tendon relaxation treated by prolotherapy. Hackett Hemwall Foundation. 2008. Fifth Edition.

(Emilio Augusto Pastor)

Médico especialista en Clínica Médica (UNR). Director del Programa de Formación en Medicina Intervencionista Regenerativa Osteomioarticular (MIRO).