
La terapia de inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP), al igual que la Proloterapia, y la terapia con ortobiológicos (BMAC y AD-SC) es un método de inyección diseñado para estimular la reparación de los tejidos. El plasma rico en plaquetas es un concentrado de plaquetas autólogas (del mismo paciente) que contienen, al menos, siete factores de crecimiento1. Las plaquetas contienen proteínas, citosinas y otras sustancias activas que inician y regulan aspectos básicos de la cicatrización normal de las heridas. Las plaquetas circulantes segregan factores de crecimiento como el factor de crecimiento derivado de las plaquetas (estimula la replicación celular y la angiogénesis), factor de crecimiento endotelial vascular (angiogénesis), factor de crecimiento fibroblástico (proliferación de fibroblastos y angiogénesis), y factor de crecimiento similar a la insulina-1 (crecimiento y reparación del músculo-esquelético), entre otros.
El PRP permite así potenciar la reparación de los tejidos. Las plaquetas, una vez activadas en el sitio de la lesión, envían “señales” que inician el proceso de reparación. Como las plaquetas están suspendidas en un pequeño volumen de plasma, las proteínas del mismo (fibrina, fibronectina y vitronectina) contribuyen a reparar la matriz extracelular. Algunos autores hacen la siguiente comparación: “la Proloterapia es como plantar semillas en el jardín mientras que el PRP es como plantar semillas con fertilizante”.
La técnica puede ser útil para mejorar lesiones de diferentes articulaciones (rodillas, hombros, caderas, tobillos, codos, etc.), ligamentos, tendones entre otras aplicaciones. Debido a que se trabaja sobre el colágeno, esta asombrosa herramienta tiene aplicaciones en otras ramas de la Medicina. Por ejemplo, en Medicina Estética y Antiaging, se está utilizando para el tratamiento de las arrugas y “rejuvenecimiento” de la piel y para la caída del cabello. También, junto a otros tratamientos, se utiliza para la reparación de úlceras por presión y de otro tipo.
Debido a que se utiliza material autólogo (del propio cuerpo de individuo), la presencia de reacciones alérgicas es improbable. Junto a un plan integral de tratamiento y empleado con criterio, el PRP puede ser una excelente herramienta terapéutica para aliviar a un paciente que padece dolor articular, ligamentario y/o tendinoso.
Finalmente, en nuestro centro realizamos está técnica bajo control ecográfico. El uso de esta tecnología nos permite una mayor precisión, seguridad y eficacia.
El PRP permite así potenciar la reparación de los tejidos. Las plaquetas, una vez activadas en el sitio de la lesión, envían “señales” que inician el proceso de reparación. Como las plaquetas están suspendidas en un pequeño volumen de plasma, las proteínas del mismo (fibrina, fibronectina y vitronectina) contribuyen a reparar la matriz extracelular. Algunos autores hacen la siguiente comparación: “la Proloterapia es como plantar semillas en el jardín mientras que el PRP es como plantar semillas con fertilizante”.
La técnica puede ser útil para mejorar lesiones de diferentes articulaciones (rodillas, hombros, caderas, tobillos, codos, etc.), ligamentos, tendones entre otras aplicaciones. Debido a que se trabaja sobre el colágeno, esta asombrosa herramienta tiene aplicaciones en otras ramas de la Medicina. Por ejemplo, en Medicina Estética y Antiaging, se está utilizando para el tratamiento de las arrugas y “rejuvenecimiento” de la piel y para la caída del cabello. También, junto a otros tratamientos, se utiliza para la reparación de úlceras por presión y de otro tipo.
Debido a que se utiliza material autólogo (del propio cuerpo de individuo), la presencia de reacciones alérgicas es improbable. Junto a un plan integral de tratamiento y empleado con criterio, el PRP puede ser una excelente herramienta terapéutica para aliviar a un paciente que padece dolor articular, ligamentario y/o tendinoso.
Finalmente, en nuestro centro realizamos está técnica bajo control ecográfico. El uso de esta tecnología nos permite una mayor precisión, seguridad y eficacia.
El tratamiento con PRP lleva aproximadamente entre una a dos horas incluyendo la preparación y el tiempo de recuperación. Realizado en forma segura en forma ambulatoria, las inyecciones de PRP contribuyen al alivio del dolor sin los riesgos de las cirugías, anestesia general, estancias hospitalarias y recuperaciones prolongadas. Más aún, la mayoría de las personas retornan a sus trabajos o actividades habituales inmediatamente luego del procedimiento o al día siguiente.
Debido a que el objetivo del tratamiento es resolver el dolor mediante la reparación de la estructura dañada, el PRP pudo probar tener resultados duraderos. La mejoría inicial puede ser notada en algunas pocas semanas, y progresa gradualmente a medida que el proceso de curación prosigue. Los estudios de investigación y la práctica clínica han mostrado que las inyecciones de PRP son efectivas en el alivio del dolor y en el retorno de los pacientes a sus vidas normales. Tanto la ecografía como la resonancia magnética (RMI) han comprobado reparación de tejido definitiva luego del tratamiento con PRP, confirmando el proceso de curación. La necesidad de cirugías puede ser también reducida enormemente con el tratamiento de los tejidos dañados antes de que el daño haya progresado tanto que la condición sea irreversible.
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1. Los factores de crecimiento son proteínas complejas asombrosas que tienen el poder de cambiar la función de nuestro ADN. Metafóricamente hablando, "funcionan como llaves que, en sus correspondientes cerraduras, encienden la máquina de las células de manera instantánea".